I'm through accepting limits 'cause someone else says they're so
Some things I cannot change But till I try, I'll never know!
And if I'm flying solo at least I'm flying free
To those who'd ground me take a message back from me
Tell them how I am Defying gravity
I'm flying high Defying gravity
And soon I'll match them in renown
Some things I cannot change But till I try, I'll never know!
And if I'm flying solo at least I'm flying free
To those who'd ground me take a message back from me
Tell them how I am Defying gravity
I'm flying high Defying gravity
And soon I'll match them in renown
viernes, 17 de enero de 2014
domingo, 23 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
Dicen que el momento de escribir es cuando tienes los sentimientos a flor de piel. Es cierto, pero a mí suele pasarme cuando los sentimientos son negativos y necesito desahogo.
Estoy pasando una de las épocas más bonitas de mi vida, y no he necesitado escribir. Siento no haberlo hecho, por todas esas personas que me leen regularmente, pero supongo que volveré poco a poco a aparecer por aquí, ya que las circunstancias son favorables para ello.
Como ya he dicho, siempre vengo buscando desahogo, ya sea negativo, o porque todo me va estupendo. Esta no es una de esas veces.
Sé que debería empezar desde el principio porque no os estaréis enterando de nada, pero sinceramente, quizás solo necesite hablar y soltarlo todo.
Si me pasan todas las cosas que me pasan, es sólo y simplemente por una cosa: por vivir siempre en mi mundo de fantasía en el que todo es preciosísimo, pero de vez en cuando ocurre, que me dan un golpe y me choca la realidad en las narices. Y de repente no todo es tan bonito. Ya no soy la princesa buena.
Estaba tan obcecada en ver mi propia realidad que olvidaba que era falsa, que no todo es siempre como creo, que todo había sido mentira. Mentira. Qué crudeza y frialdad tiene esa palabra, per es tan cierta como que ahora estoy aquí.
Creer que todo va perfecto, hasta que de repente, te dan el golpe, te hunden y luego pretenden que te levantes como si nada. Levantarse cuesta. A mí se me ha desmoronado absolutamente todo.
Mi mundo se ha desvanecido, mi reino, mi torre, mis vestidos y mis bailes imaginarios se han esfumado. Ahora solo me ha quedado este vacío de darme cuenta de que me he convertido en algo que yo no quería ser. Me han dado la poción de la mala hostia y me han llevado al bosque oscuro. He pasado de ser la Bella a ser la Bestia en cuestión de meses, y eso me destroza.
Recuerdo cómo de pequeña eran todo sonrisas, recuerdo que yo era obediente, simpática y todo bondad, pero el curso que ha llevado la sociedad conmigo ha hecho que me convierta en lo que soy ahora, creyendo que sigo igual que lo que era, cuando no es así.
No puedo soportar más este cáncer que me ha atacado de repente, que hace que me desestabilice emocionalmente, que me ponga enferma sin estarlo y que está haciendo que poco a poco, pierda todo lo que amo.
Quiero volver a ser la princesa que era años atrás, aquella niña dulce y cariñosa que siempre tenía una sonrisa en la boca, antes de que llegaran los palos de todos sus compañeros de clase.
Sé que me está haciendo daño, sé que está haciendo daño a los demás.
Quiero olvidarme ya de que antaño fuí el gnomo, la pitufa y la enana, quiero superar de una vez por todas que nunca seré tan alta como los demás y no por ello soy inferior. Quiero poder contestar con una sonrisa en lugar de con la mala hostia que tengo, porque me duele y me cansa tener que ir siempre a la defensiva, atenta por si me atacan, a no pasar ni una para que no se tomen libertades, me cansa muchísimo. Quiero poder dejar de preocuparme tantísimo por todo. Quiero poder dejar de hacer daño y preocupar a las personas porque si sigo así, no podré evitar que nos consumamos.
Aunque quizás lo que necesito es despertar de una puñetera vez y darme cuenta de que vivo en el mundo real. Madurar, dejar las princesas atrás. Voy a cumplir 19 años. Va siendo hora de dejarme de chiquilladas.
Soy demasiado infantil como para querer comportarme como una adulta.
Pero no puedo. No soy capaz.
martes, 8 de mayo de 2012
Fuera de lugar.
Lo que voy a contaros hoy es algo, quizás complicado de explicar.
Si no estoy loca, creo que lo estaré, acabaré cayendo en algo que tanto me llama la atención desde siempre.
No se si os podréis hacer a la idea, de sentiros tan diferentes a los demás que al final, los ves a todos como marionetas de una sociedad en la cual los logros se miden en el dinero, tu posicion social o la cantidad de personas con las que te lías.
Hay días que me siento tan fuerte que creo que podré ignorarles a todos, hay días, en los que se me antojan como una gran amenaza y me siento débil y pequeña para luchar por lo que quiero, como una mariposa a la que pueden clavarle las alas y quitarle su libertad.
La naturaleza humana es despreciable. Basada en la superficialidad, trata continuamente de cohibir, de coartar a los demás, a sus pensamientos e inquietudes y poco a poco va arrastrando a todas las personas hacia su bando. Su bando de homogeneidad, en el que todas las personas son iguales. En el que nadie puede ser diferente, porque se expone a la burla de los demas, a su desprecio. Un bando en el que, si no eres uno más, la presión será tal, será tan fuerte, que intentarás cambiar.
Y lo peor es que no serás tú mismo el que cambia, lo peor es que serán los demás los que te fuercen a ello a base de hacerte sentir mal por ser diferente.
Ya no solamente hablo de forma de vestir, que también, sino también en forma de pensar.
Me siento TAN absolutamente extraña y diferente a todos que no puedo ni explicarlo.
Porque si todo el mundo piensa de un modo, yo pienso de forma totalmente contraria.
El hecho de que piense exactamente comp si estuviese en otra epoca histórica agrava algo la cosa , me hace sentir que estoy completamente fuera de lugar.
Y quizás lo esté.
jueves, 19 de abril de 2012
¿Qué es vivir en el mundo real?
Debajo de lo que cualquiera de vosotros pueda ver, siempre me he considerado una chica soñadora.
De esas que creen en amores de princesas y príncipes, en los cuentos de hadas y en los finales felices.
"Todo acabará bien, y si no lo hace, es porque aún no ha acabado."
Todo el mundo pasa malas temporadas y después de éstas vienen otras buenas, otras que hacen que todo se te olvide.
Disfruto sintiéndome inmadura, queriendo pensar que todavía no he crecido, que puedo seguir creyendo que soy una princesa, poniéndome ñoña a ratos, hablando como una niña pequeña, dejando crecer mi pelo hasta que llegue al suelo y poder lanzárselo a mi príncipe por el balcón. Sintiéndome frágil a ratos, para que haya alguien a mi lado que me cuide.
Disfruto mirando las estrellas, aunque no sepa nombrarlas, y creerme una sirena observando todos los peces del mar.
Disfruto pensando que todo en la vida tendrá un final feliz para todos, y que si no es feliz ahora, es porque tu historia todavía no se ha acabado. En todos los cuentos hay problemas que luego se resuelven.
Porque en el fondo todas las chicas nacen princesas y todos los chicos príncipes, pero sólamente algunos continúan siéndolo para siempre.
De esas que creen en amores de princesas y príncipes, en los cuentos de hadas y en los finales felices.
"Todo acabará bien, y si no lo hace, es porque aún no ha acabado."
Todo el mundo pasa malas temporadas y después de éstas vienen otras buenas, otras que hacen que todo se te olvide.
Disfruto sintiéndome inmadura, queriendo pensar que todavía no he crecido, que puedo seguir creyendo que soy una princesa, poniéndome ñoña a ratos, hablando como una niña pequeña, dejando crecer mi pelo hasta que llegue al suelo y poder lanzárselo a mi príncipe por el balcón. Sintiéndome frágil a ratos, para que haya alguien a mi lado que me cuide.
Disfruto mirando las estrellas, aunque no sepa nombrarlas, y creerme una sirena observando todos los peces del mar.
Disfruto pensando que todo en la vida tendrá un final feliz para todos, y que si no es feliz ahora, es porque tu historia todavía no se ha acabado. En todos los cuentos hay problemas que luego se resuelven.
Porque en el fondo todas las chicas nacen princesas y todos los chicos príncipes, pero sólamente algunos continúan siéndolo para siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)